domingo, 11 de septiembre de 2011

Peter Pan ha vuelto de vacaciones.

Lo sé, lo sé. Tengo algo más de 15 años, soy una cría, una niñata, una mocosa. Una larva que esta empezando a romper su crisálida. Lo tengo asumido: aún no tengo la menor idea de cuán perra puede ser la vida.

Pero, bah. Estoy filosófica, tirando a pesada, con todo esto de crecer y hacerse mayores. Seamos sinceros. Apenas quedan diez días para que termine el verano. No sé para vosotros como será, pero para mí el año empieza prácticamente con el curso escolar. Y a cada verano que pasa, me siento distinta. Como si poco a poco notara que estoy madurando, que hoy comprendo cosas que ayer no comprendía, que me estoy asomando lentamente a la realidad.

Estoy arañando lo poco que queda de verano, de esa sensación de libertad y de felicidad al más puro estilo de las series americanas de adolescentes sin problemas. Estoy inspirando por última vez ese aroma a protector solar. Oyendo los últimos grillos nocturnos y saboreando los últimos helados.
Haré un símil estúpido: ahora que se acerca el final del verano, me siento como en ese ultimo tramo de rampa en la montaña rusa antes de la gran caída.


¿Tanto me cuesta crecer?
Voy perdiendo la inocencia, esa forma tan sencilla que tienen los niños de ver este mundo tan complejo. Voy ganando madurez, autoconfianza, autocrítica. A veces siento más cercano con el paso del tiempo ese concepto tan abstracto de "felicidad", y también el de "dolor". Voy entendiendo como funciona este pequeño puntito llamado Tierra; nada es tan fácil como parecía.

Según van pasando los años, cambiamos por completo nuestra forma de ser y de pensar. Dejamos de ser niños, nos damos de bruces con el mundo, nos metemos torpemente en él, y ya nunca salimos. Quizá yo sea rara, pero tengo miedo. Miedo a perderme, a dejar de ser...a dejar de ser yo, no sé si me explico. Tal vez solo sea el síndrome de Peter Pan, o que son las 3 y pico de la mañana y una ya no piensa bien.


Envejecer es algo a lo que uno no se acostumbra nunca, pero es una de las pocas cosas se hacen durante toda la vida.

1 comentario:

  1. Creo que fue Franklin quien dijo en una ocasión que en la vida sólo hay dos cosas aseguradas: la muerte y los impuestos.
    Saludos

    ResponderEliminar

Deja tu comentario :)
Se aceptan críticas, sobornos, mensajes de apoyo y tomatazos.