Echo de menos esos días de hace no tanto tiempo en los que simplemente tenía que sentarme y encender el portátil para que las ideas fluyesen. Iba a entrada por día, a veces más. Y nunca por la presión de tener que contentar a nadie. Simplemente me apetecía, desbordaba ideas, historias, a veces chorradas. Pero me desahogaba al fin y al cabo.
Incluso a veces escribía sobre temas más serios, más divulgativos. Me documentaba durante horas e intentaba exponeros un tema que considerase interesante o al menos entretenido. Y aunque nunca me movieron las visitas o la (escasa) fama que me pudiese aportar el blog, reconozco que me encantaba leer vuestros comentarios de apoyo y ver las estadísticas crecer a diario.
Pero por alguna razón que desconozco, las cosas han cambiado.
Sigo teniendo ideas, la imaginación no se pierde. Tal vez me falte el tiempo, o tal vez mis ideas se estén volviendo más "gráficas"; se me ocurren historias enteras pero no soy capaz de plasmarlas en palabras. No me sale una frase capaz de describir lo que quiero, me frustro, y ese cuento pasa a ser un borrador abandonado en alguna parte de la red.
Realmente, ¿qué ha cambiado en mi vida en este último año?
Pues todo. Prácticamente todo. Hace dos años creé este blog, siendo una chiquilla con bastantes complejos, que adoraba la "inmunidad" que te da expresarte tras una pantalla, y cuya única ventanita por la que asomar la cabeza y decir "¡Eh! Que estoy aquí" era Internet. Tampoco podía quejarme, mi vida nunca ha sido un valle de lágrimas. Todo marchaba bien cuando empecé.
E incluso cuando las cosas estaban mal, la tristeza me inspiraba y me desinhibía. No paraba de pensar, de inventar, de idear historias que se pegaban en mi cabeza por ser escritas y publicadas. Escribo mejor cuando estoy triste.
Pero ahora, dos años después, que podría decirse que mi vida está en su mejor momento (teniendo en cuenta su brevedad), que soy tremendamente feliz, que mis complejos se van esfumando cada día, que mi seguridad crece a la par que mi miopía (eso es muy rápido), y que tengo el tiempo mejor gestionado...
Ahora no. Ahora no sale nada.
Y creedme, veo todos los días esa B blanca enmarcada en un cuadrado naranja llamándome desde la barra de marcadores de Chrome. Todas las noches me acuesto pensando "mañana escribo algo".
Pero no me sale.
Es frustrante. Empiezo a pensar que mi mente es más productiva cuando estoy en situaciones personales extremas, pero como comprenderéis tampoco me apetece cambiar este bienestar por un puñado de letras colocadas en una página.
Sólo quería soltarlo, y pediros disculpas a todos los que seguíais este blog. Si seguís ahí, os mando todo mi cariño y mi agradecimiento vía ADSL. Realmente habéis influido mucho en mi "metamorfosis". Parte de la seguridad de la que gozo hoy día os la debo sólo a vosotros.
Me quito el sombrero, y cierro esta entrada con la promesa de que algún día volveré a escribir regularmente. O al menos con la esperanza. Promesa suena muy definitivo.
Un beso y buenas noches a todos.