miércoles, 8 de mayo de 2013

Inspiración.

Los humanos, cuando estamos inspirados, somos muy graciosos.
Somos capaces de quedarnos obnubilados mirando las luces de un semáforo, pensar una frase profunda y sentirnos pequeños e incomprendidos poetas.
Y en ese estado de profunda inspiración nos sentimos iluminados por una extraña omnisciencia; tenemos un don. Vemos la poesía de las pequeñas cosas de la vida que los demás no se paran a observar.
Y entonces llega la fase 2.
En esta fase el cuerpo siente una imperiosa necesidad de hacer metáforas, identificando esas pequeñas cosas que he dicho antes con cualquier sentimiento humano o experiencia de la vida.
Y entonces el solitario cubito de hielo de nuestro vaso de [inserte bebida favorita] es susceptible de participar en un recurso literario.
Y lo escribimos, y la parte racional de nuestro cerebro despierta en un momento dado y te dice "¿Qué haces?"
Y el escritorio de tu blog se llena inevitablemente de borradores.

Al fin y al cabo, ¿qué estoy haciendo yo ahora sino precisamente de lo que estoy hablando?
Como si un rayo me hubiera iluminado al volver de la estación hoy, me siento en la obligación de señalaros lo que venía pensando hasta casa. Como si nadie más pareciera darse cuenta de esas cosas que hacemos los humanos cuando estamos inspirados.

Bueno, sea como sea, de esos delirios de grandeza humana a veces salen auténticas obras de arte.
Y otras, como es el caso, no.

domingo, 5 de mayo de 2013

Qué hace una chica como ella en una mente como ésta.

No se da cuenta de lo preciosa que es dando vueltas a su capuchino.
A veces me siento un ser privilegiado por poder ver cada uno de sus pequeños gestos en momentos tan cotidianos. Tan nuestros.
O cuando entrecierra los párpados al dar las caladas, y me pregunto qué estará pasando por su mente, porque pone cara de estar filosofando sobre algo interesante.
Nunca va a llegar a entender lo mucho que significa para mí uno solo de sus rizos.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Parole, parole...

Hasta hace no mucho pensaba que el "Te quiero" se quedaba corto cuando se está enamorado de alguien, porque te deja a medias, como si quedase mucho por decir.
Cosas como "Te amo" suenan mucho más gordas, normalmente.

No creo que exista ninguna palabra lo suficientemente completa como para describir ciertos sentimientos. Ni el amor, ni el odio, simplemente por poner ejemplos. Las emociones tienen muchos más matices que los que un conjunto de letras ordenadas según una cierta convención puedan dar. Afortunadamente.
Si no, sería muy aburrido.

Y partiendo de ahí, después de dar muchas vueltas al uso de las palabras, finalmente "Te quiero" me parece la expresión más completa.
Se le puede decir a amigos, a familiares y a parejas, precisamente porque lo usamos en las formas de amor más sinceras y menos edulcoradas. Y como yo creo que todo tipo de amor tiene una parte de egoísmo para el que lo siente, pienso que además usar el verbo "querer" es muy acertado.
Es un "te quiero para mí solo".

No sé, hay veces que mis delirios me asombran a mí misma, pero necesito verlos escritos para que cobren algo más de sentido.

Disculpen las molestias.