domingo, 25 de septiembre de 2011

El vals del minuto.

Esta tarde estaba en el Spotify, oyendo música mientras hacía los deberes. Concretamente estaba oyendo a Chopin. Ya sé que es el típico-tópico compositor que tocan tooodos los aprendices de pianistas (como yo, aunque más bien soy una larva de aprendiz a pianista), pero en fin, a mí me gusta mucho.

Pues estaba en esas cuando se ha puesto el "Vals del minuto". De esta obra se suele decir que fue compuesta para ser tocada en eso, un minuto (pese a que normalmente se interpreta en más o menos minuto y medio, por eso de que las manos de la gente no alcanzan la velocidad de la luz, y tal xD).

Algunos lo tocan más rápido, pero es que entonces casi no se distingue la melodía. Pierde encanto.


No obstante, muchos estudiosos de la música dicen que el título de la obra (en original, "Minute Waltz"), no se debe al tiempo para su interpretación, sino que el minute quiere decir "pequeño".

Sea como sea, tocar esta obra en el menor tiempo posible se ha convertido en un reto para pianistas...y cantantes.
Sí, cantantes. Y es que la polifacética Nacha Guevara (que entre muchísimas cosas, ha sido cantante) también ha caído en la tentación de interpretar este Vals.

Como veréis, le añade una letra, en clave de humor, que canta casi sin coger aire. A mi, personalmente, me encanta. La he oído ya no se cuantas veces y me sigue haciendo reír.


Por si no se entiende muy bien, dejo la letra:

Tengo un minuto solamente, un minuto, sólo un minutito,
nada más que un solo minutito,
sesenta segundos es todo el tiempo que tengo,
no me han dado más, para cantar este pequeño vals.
Sé que es difícil, pero intentaré.
Quisiera irme, pero antes tomaré el minuto
y juro que lo llenaré con las notitas que escribió Chopin.
No hay más remedio, lo tendré que hacer.
Quisiera hacerlo sin equivocarme,
pero es tan difícil sin equivocarse,
respirar a tiempo, no errar una nota
y seguir, ji-ji-ji, sonriendo, para que ustedes queden satisfechos
y que no reclamen en boletería
devolviendo las entradas y diciendo que esto es una porquería.



Sé que hay muchas cantantes
que dividen este valsecito en dos o tres partes,
pero yo lo hago de un tirón,
como lo soñó el autor.
Y ahora debo concentrarme,
respirar bien hondo,
abrir bien la boca.
Lo he pasado sin dificultad,
ya he llegado a la mitad.



Esta parte es más serena.
¿Será el puente o será el tema?
Me pregunto dónde estoy.
La verdad que no tengo la menor idea.



Ya me falta menos de treinta segundos,
menos de treinta segundos, ya me falta menos,
ya me falta menos, casi veintisiete,
para completar este pequeño vals.
Cada corchea es una tortura.
Si no respiro me voy a quedar dura sobre mis pulmones.
En cuantro termine con esta payasada
me las tomo, me las tomo, sí señores,
a comerme un buen plato de raviolis.
Y ahora despacito, que falta poquito,
sólo diez compases y un acelerando.
¡Ah! si nos apuramos tengo miedo de no poder terminarlo.
Yo me pregunto: y Chopin, ese tuberculoso,
¿en qué pensaría cuando lo escribía?
¡Ay! ¡No lo puedo creer!.
¡Llegamos al final de este maldito vals!




1 comentario:

Deja tu comentario :)
Se aceptan críticas, sobornos, mensajes de apoyo y tomatazos.