lunes, 17 de octubre de 2011

Y por eso no me gusta el chocolate blanco

Llamadme racista, queridos y escasos lectores.
No me gusta el chocolate blanco. Lo odio, lo aborrezco. El negro me encanta, tiene la mezcla perfecta entre dulce y amargo. Con leche...en fin, no me disgusta, pero me termina cansando, me empalaga.
¿Con almendras? Puede. ¿Con naranja? ¡Por supuesto! ¿Con queso?...NI TE CUENTO (lo adoro).

El mejor esperpento culinario jamás creado:chocolate con queso. Muy recomendado untar Mikados en esas tarrinas de queso de President...


Pero blanco, POR ENCIMA DE MI CADÁVER. Eso ni es chocolate ni es ná. Y para aquellos a los que os guste, siento aguaros la fiesta: el chocolate blanco no es chocolate, de verdad.

Me explico:
Supongo que sabréis que las semillas de cacao llegaron a Europa después del descubrimiento de América. La infusión que se hacía con dichas semillas era llamada por los indígenas como 'nauatl xocoatl' (agua amarga), y por eso en Europa fue conocido con el nombre de chocolate -es de estas palabras que te hacen salivar...-. 

No fue hasta el siglo XVIII cuando comenzó a elaborarse el chocolate en tabletas. Para ello se mezclaba azúcar y manteca con polvo de cacao, que no era otra cosa que las semillas de cacao sin cáscara, molidas y tostadas. Y después cada uno fue añadiendo los ingredientes que quiso: frutos secos, leche, más o menos azúcar, naranja...

Los de Lindt ya andan anunciando su chocolate con chili...
ÑAM ÑAM


Hasta aquí todo normal. Prácticamente cualquier fábrica de chocolate podía tener un innovador Willy Wonka que inventase un nuevo chocolate. Pero todos seguían teniendo en común el uso del polvo de cacao.

Y entonces llegaron los de Nestlé en 1930 e inventaron la amalgama de mantecas y azúcares que hoy conocemos como (tacháááán): CHOCOLATE BLANCO.
Este producto, comercializado como Galak, contenía en su receta una novedad respecto a los otros vulgares chocolates marrones. Para que el sabor final del producto fuera más dulce, se sustituyó el polvo de cacao por leche, y la manteca normal por manteca de cacao, que es uno de los residuos de la fabricación del polvo de cacao.



Así que el chocolate blanco solo tiene de chocolate el nombre y la grasa. Por lo demás, no tiene nada en común con la receta de las otras tabletas. Y, como diría una abuela/madre/nutricionista, el chocolate blanco tiene todas las cosas malas del chocolate negro, y ninguna de las buenas.
Que conste que no intento que dejéis de comer chocolate blanco, pero hacedlo lejos de mí. xD

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