Vendetta

Lo sé, debí ver esta peli hace mucho tiempo, pero hace mucho tiempo no la hubiera entendido. Muchos la habréis visto ya. Yo hoy he tenido el placer de hacerlo, y lo volvería a hacer ahora mismo, y otra vez en unos años.
Hablo, cómo no, de V de Vendetta.
Una película que ha cosechado buenas y malas críticas por donde ha pasado. Para mi gusto, criticar la película es una mera frivolidad. De aquí lo que importa es el mensaje.

Para quien no la haya visto, le animo fervientemente a que lo haga, y le daré una breve sinopsis:

En un futuro no muy lejano (puede que unos 10 o 20 años), tras una guerra nuclear, el mundo está prácticamente en ruinas. Y no lo digo literalmente; me refiero a guerras, a dolor, a discriminaciones, a tortura. Pero la película se desarrolla en un Londres tiranizado por una dictadura fascista. Un solo líder que controla y tiene agarrado por el cuello al pueblo llano. Una dictadura en la que todos son vigilados, en la que la información de manipula para manipular a quien la ve. Un país en el que quien se salga de la norma, tiene todas las de ser secuestrado, torturado, e incluso asesinado. Pero el 5 de Noviembre (haciendo alusión a un hecho real, la "conspiración de la Pólvora"), un misterioso enmascarado profetiza acerca de cambios, de rebelión, de justicia, de libertad...de venganza.

Y sé que muchos piensan que tal sistema gubernamental, que tal sociedad, no se dio ni se va a dar nunca. Que es exagerado, apocalíptico. Pero lo cierto es que esto mismo ya esta pasando, y se puede ver día a día, en cada país y en cada esquina. Que, tal y como se dice en un momento del film, "diferente empieza a significar peligroso". O eres como la norma, o eres señalado.
Nos intentan vender la idea feudalista de que la sociedad es una pirámide; arriba están los que valen, abajo están los simples trabajadores, esos muertos de hambre que no valen nada, que son marionetas de los de arriba. Pero se nos ha olvidado que la parte baja de la pirámide es la que sujeta a la parte alta. Que por abajo, la pirámide es más ancha que por arriba.

De nuevo, cito a la película: "no es el pueblo quien debe temer al gobierno, sino el gobierno quien debe temer al pueblo". Suena simple, y lo es. Podemos cambiar el mundo. Podemos. Somos la esperanza de este cacho de tierra que vaga por un inmenso espacio. Somos nuestro primer problema y nuestra única solución.

Tenemos que cambiar el mundo.