miércoles, 2 de mayo de 2012

Amistad.

Ayer fue un día muy largo en el que esta palabra expandió un poco su significado para mí.
A lo largo de la vida vas viendo todas las formas posibles de querer a una persona. Pero la amistad se mantiene constante y prácticamente común a todas.

Durante los últimos meses no las he tenido todas conmigo anímicamente hablando. Pero siempre, siempre, ha habido gente ahí, de una forma u otra. Y si me paro a pensarlo, siempre han estado ahí. No sólo en los malos momentos. No solo en los buenos. En todos. Y eso es lo que cuenta.
Un amigo de verdad está siempre ahí sin que ninguno de los dos (ni tú ni él) se dé cuenta. Porque de eso se trata, que se hace sin querer, sin pensar. Simplemente se siente y actúa en consecuencia.
Y aunque sea una mocosa de 16 años con mucho mundo por ver, sé que he encontrado a mis amigos, a la gente con la que conecto.
Porque para mí la amistad es algo más que un sentimiento o que un tipo de amor. Es una conexión. Es encajar con alguien. Poder ser con él quien tú realmente eres, sabiendo que el otro no te va a juzgar porque te quiere así. Y que cuando algo no le guste, te lo dirá. Que será sincero y dirá las verdades más dolorosas, precisamente porque te quiere.

Es sentirse completo, tener una mano a la que agarrarse cuando el suelo se rompe bajo tus pies. Y adoro la sensación de tener todas las manos que tengo para agarrarme cuando las necesito.
Estos días, Bizcochitos, N, M, A...han sido tan necesarios para mí...y creo que ni siquiera son muy conscientes de ello. Muchas gracias. Os quiero mucho más de lo que creéis.

Pero ayer en concreto, mi amistad hacia una persona se vio fortalecida.
Y es curioso, porque de todos mis amigos, a él es a quien conozco desde hace más tiempo.
Juntos desde la guardería, la vida nos separó en la infancia y nos ha vuelto a  juntar, como una maravillosa coincidencia (¿coincidencia?).
Que es la prueba de que la amistad chico-chica es más que posible. Que cuando los dos estamos mal, los dos sabemos como hacer reír al otro. Y que es el equilibrio que necesitamos cuando nos torcemos un poco.
Como el ying y el yang, tan distintos, pero tan iguales que encajamos sin por ello mezclarnos.

Le quiero muchísimo muchísimo, y me alegro de que la vida me lo devolviera 12 años después de conocerle.
Para lo que quieras, aquí estoy. Siempre. Aunque no esté, estoy :)
Gracias por todo.

3 comentarios:

  1. ¿Dónde esta el botón de me encanta? No en serio, me he sentido muy identificado, casi me emocionas :D Me encanta, y me quedo corto

    ResponderEliminar
  2. Que razon. Es lo mejor tener amigos asi.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias :)
    A ver si saco tiempo para escribir, aunque lo veo difícil porque tengo un examen muy importante el viernes...

    ResponderEliminar

Deja tu comentario :)
Se aceptan críticas, sobornos, mensajes de apoyo y tomatazos.